María tiene 74 años, firmó con su hijo Pedro una hipoteca. El desempleo obligó a este a dejar de pagar las letras. La maquinaria cruel de la ley española se puso en marcha y Pedro perdió la casa en octubre de 2010. Como siempre, con ello no se consiguó saldar la deuda y ahora el embargo de bienes tiene como horizonte la propia casa de María. Se ha dictado, además, orden de embargo de su pensión – actuación manifiestamente ilegal – y todo ello bajo la más absoluta indefensión judicial.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta dónde? ¿Cómo una sociedad puede permitir este permanente latrocinio sin manifestar su más absoluta repulsa. ¿Cómo se puede condenar a las personas con menor protección a la
exclusión social por el “terrible delito” de haber perdido el trabajo? ¿Cómo el entramado legal puede permitir esto amparando – eso sí – la insaciabilidad de las entidades bancarias?
Mientras María -madre coraje- nos da una lección de dignidad, ¿Qué hacemos los demás?
La PAH de Guadalajara convoca a la ciudadanía a manifestar su rechazo
El jueves 23 de Febrero a las 11:30, ante la sucursal del BBVA de la Plaza del Jardinillo.
¡SI SE PUEDE!
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